Que importante es dar al otro, pero que complejo puede ser cuando nos olvidamos de nosotros mismos. Y peor aún, si consideramos que algunas filosofías nos invitan a dar hasta que duela y no pensar en sí mismos, reforzando este desequilibrio en el dar.
Entonces, ¿cómo abordar la actitud opuesta de amor a sí mismo, sin caer en egoísmo, sin ser ensimismado o hedonista?
Amor a si mismo está mas relacionado con auto respeto y auto valoración.
Darte a ti,…¿qué?… atención, cariño, afecto, tolerancia, paciencia y flexibilidad. Ser amable contigo mismo.
Si hoy estás cansado, regálate unos minutos y descansa. Si hoy estás triste,… para,… siente la tristeza y permite que fluya, no la reprimas, no te castigues. Si quieres un café,… para,… deja de hacer lo que estás haciendo y busca tu café.
El amor a si mismo se demuestra en las pequeñas cosas, en los simples instantes, aquellos en los que te escuchas, y te atiendes, dando espacio a tu voz interior, mas que en lograr grandes resultados.
El auto respeto te otorga cierta autoridad natural y puedes decir stop a alguien que te molesta o te cansa. Con auto respeto te cuidas, te escuchas, te atiendes en todo momento, no pierdes el contacto contigo mismo, pero conectas con el entorno, escuchas y atiendes el mensaje de los demás. No es ensimismamiento.
Si logras sostener este “amor a ti mismo” durante el día, sentirás que todo es mas agradable, mas llevadero e incluso experimentarás mas tolerancia con los demás. Pero si te olvidas de ti y te flagelas haciendo cosas que no quieres, dando cuando no quieres, experimentaras intolerancia, estrés y auto crítica.
Aprender a fluir y equilibrar sabiamente el “Dar y Recibir Amor”, es un gran paso y un gran secreto del camino hacia la realización integral.
Abrazos, Jaytaram
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