¿Quieres ser amado?, ¿quieres sentirte feliz?, necesitamos aprender “a dar al otro”,… ¿por qué?
Porque al dar amor descongelas tu centro cardiaco y entras en un umbral vibracional mas alto, una zona de felicidad natural que incluso te puede conectar a quinta dimensión.
Aunque dar sea considerado obvio en una relación, no es tan simple, no todos los hacen y no es tan fácil mantenerlo en el tiempo: hay auto engaños que observar. Por ejemplo:
Si tu rol en la relación es dar y apoyar al otro, es fácil caer en el servilismo, mezclar tu personalidad con la del otro y perder tu individualidad, más aún, si crees que estas aportando y dando lo mejor de ti en la relación para que el otro logre sus metas y su realización.
Cuando hacemos esto sin auto consciencia lo que en realidad hacemos es como un negocio,… ¡uf!,…¿extraño?,…no tanto;
“Te doy, para asegurar que tú me necesites y no me dejes”
Obsérvalo y no te asustes,… es mas normal de lo que se supone que debería ser.
Esta inconsciente necesidad de afecto, hace que compremos cariño con esta desequilibrada forma de dar amor.
Es bastante habitual ver en las parejas, que uno da mas que el otro (en algún sentido). Se acostumbran a esa forma de relacionarse, pero al pasar unos cuantos años, el desequilibrio pasa la cuenta y quien estuvo dando, complementando, colaborando, apoyando,… se cansa. Entonces después de haber estado jugando un rol de apoyador sobreviene bruscamente la necesidad de recibir atención y la otra persona no entiende que sucede, y difícilmente comprenderá este cambio de polaridad.
Por supuesto que es muy importante dar, porque “te eleva en amor y consciencia”, pero observa que puedas hacerlo sin necesitar algo a cambio.
Así es, cuando “el dar, es edificante y te retro alimenta con regalos que ni esperabas.”
No temas abrirte y ser vulnerable emocionalmente, traspasa esos miedos emocionales, límpialos, purifícalos y déjalos ir, verás que aparece una realidad casi paralela,… otra forma de vivir.
Hay otra vida, al otro lado, en la zona del “no miedo a florecer y ser vulnerable”.
¿Es fácil?,…tal vez no,… pero si lo experimentas lo entenderás y habrás descubierto uno de los tesoros de “Ser Humano”.
Si no te atreves a dar y solamente exiges lo que quieres o pones miles de reglas y condiciones en tus relaciones, tu corazón no se abrirá, podrás tener de todo (en apariencia), podrás tener fama y no serás feliz. La riqueza es algo material, pero la fortuna, o sea, ser una persona afortunada, depende de tu grado de expresión de amor y de la retro alimentación que los demás te dan.
No solo pidas al otro lo que quieres, atrévete a dar, pero no lo condiciones y verás con el tiempo como la vida te retribuye desde direcciones insospechadas, esa misma emoción positiva que diste al otro.
Arriésgate a dar, traspasa esos momentos de rabia, orgullo, miedo o cuando sientes que la otra persona no cumple tus expectativas,… se paciente, céntrate y espera,… verás que la emoción angustiante pasa, ya que la mayoría son solo temores tuyos, y que por lo general están muy lejos de la realidad que vive la otra persona.
¿Recuerdas que en la lección 6 hablé de la impulsividad?, bueno, estas emociones desequilibradas te pueden llevar a la impulsividad emocional y simplemente darte permiso de decir lo que sientes y piensas, pero solo expresarás tus miedos, tus angustias, tus ansiedades, tu confusión y dejarás la relación peor que antes. Mejor medita en tus miedos y luego exprésate equilibradamente, no trates de cobrar o exigir antes de lograr calma interna, solo deteriorarás la relación y con el tiempo ese «bello amor» que fue al inicio, será solo drama y tu vínculo parecerá una telenovela Latino Americana.
Abrazos, Jaytaram
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